Feliz día...

 
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La voz del interior - Sábado 13 marzo.
 
Día de la Independencia

Algo más que la idea de estar en un mismo barco. Algo más que la simple unión de colegas. Algo en el aire, quizá: una clase de alegría, un sentido compartido de la solidaridad. Lo que une a los más de 50 participantes de Libros Son es intangible como un entusiasmo. Son escritores, músicos, editoriales alternativas, artistas, artesanos, que tienen problemas en común: mostrar y vender sus producciones es cada vez más difícil, el apoyo oficial se ha convertido en una ilusión, y las grandes cadenas de librerías o disquerías no admiten sus productos hechos a pequeña escala, o si los admiten exigen un porcentaje de consignación que excede los costos de producción. ¿Cómo resistir ese escenario? En principio, reuniendo esfuerzos: Libros Son es básicamente la confluencia de una generación de artistas que se han visto en la necesidad de convertirse en gestores culturales, promotores, vendedores, cobradores y pagadores de su de su propia obra. Una cohorte de militantes de la cultura que proponen, frente a la burocracia, entusiasmo, frente a la dificultad, esfuerzo compartido.

La feria que arranca hoy a las 17 y sigue mañana en la Plaza de la Intendencia se armó con mesas y veladores aportados por cada expositor, con un micrófono de acá, un parlante de allá, algún otro equipo de más allá. Cada uno aportó lo que tenía, incluyendo alojamiento para los participantes que llegaron de otras ciudades. ¿Qué se proponen? Dar cuenta de un movimiento que está dejando de ser secreto, que tiene una vitalidad que excede la resistencia, y que tiene además una producción estética poderosamente original: si alguien busca algo nuevo que leer, el lugar para encontrarlo es la plaza de la Intendencia, y el momento es ahora.

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